Os acercamos un extracto del reportaje que nos hicieron en El Mundo. Para leer completo «Lo que pagas (de más) en España si tienes una intolerancia alimentaria».
EL VACÍO DE LA INTOLERANCIA A LA FRUCTOSA
Este tipo de intolerancia tiene su origen en la mala absorción de la fructosa, muy habitual en frutas y verduras, donde se encuentra de forma natural, y también es parte de los azúcares comunes, como la sacarosa. La dificultad de su tratamiento es que debe realizarse de forma personalizada, como nos explica la especialista en nutrición Inmaculada García. De forma general, esta intolerancia provoca síntomas cuando el individuo ingiere ingredientes como el jarabe de glucosa-fructosa, el sorbitol, el manitol, el xilitol, el maltitol, el azúcar de caña, la miel o el jarabe de arce, entre otros tipos. Asimismo, García explica que esta condición alimentaria puede ser de dos tipos: intolerancia a la fructosa de carácter hereditario, y la intolerancia a la fructosa por déficit del transportador GLUT5.
Desde la Asociación de Afectados por Intolerancia Hereditaria a la Fructosa (deficiencia Aldolasa B) (AAIFH), su presidenta, Marta Ausín, asegura que se han visto obligados a ponerse en contacto con fabricantes para solicitarles información sobre productos aptos, e incluso pedir que los creasen: «Muchos fabricantes tampoco tenían conocimiento de que este segmento del mercado tiene este vacío. Nosotros no tenemos ni una sola galleta en el mercado, ni un solo helado; muchísimos embutidos no los podemos tomar porque contienen azúcar o cantidades superiores a las que podemos tolerar. Al final hay una demanda de productos muy grande».
Ausín achaca esta ausencia de productos aptos para intolerantes a la fructosa a la ausencia de reconocimiento a nivel de normativa. En 2020, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) recogió en una nota informativa que «un operador alimentario podría utilizar de forma voluntaria la expresión sin fructosa siempre que no induzca a error al consumidor».
Lee y comparte el reportaje entero:
https://www.elmundo.es/economia/ahorro-y-consumo/2024/07/05/6650ccc221efa04a478b45c3.html
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